Las patitas de la mariposa

Por desgracia para mí, estos últimos días he tenido que recordar (y contar) una historia hindú que leí hace tiempo.
El relato explicaba que, cuando quieres a una persona de verdad, ya sea un amigo, tu pareja o un familiar, ese amor es una bella mariposa que se posa sobre tu piel. Cuando esa persona a la que quieres te hace daño, la mariposa levanta una de sus patitas en el aire y allí la deja. Si te sigue fallando, la mariposa sigue levantando sus patitas sucesivamente. Hasta que llega un momento en que no le quedan más patitas por levantar. Ya no hay sobre qué sostenerse y no tiene más remedio que marcharse volando.
Después de la inevitable tristeza inicial, he decidido aprender con lo sucedido y no dejar que me afecte tanto. Seguiré queriendo, seguiré confiando...y pienso seguir llenando de mariposas cada centímetro de mi piel que ahora ha quedado libre tras la que se acaba de ir.